Los estudios con mayor salida laboral siguen siendo los relacionados con la tecnología y la informática. Así pues, en 2024 la tecnología seguirá transformando el mercado laboral
Los expertos en educación coinciden en que los retos más importantes de la educación son la apuesta por la investigación, la innovación, el emprendimiento son los nuevos retos de la educación superior. La innovación educativa ha evolucionado significativamente y se centra en la creación de experiencias de aprendizaje personalizadas y adaptativas que se ajusten a las necesidades y preferencias de cada estudiante. Y es que los empleos del futuro aún no están definidos 100%, pues se depende del avance de la tecnología, las tendencias económicas y los cambios en la sociedad. Sin embargo, hay algunas posibles áreas de trabajo que pueden ser más importantes en el futuro como la robótica, la sostenibilidad y las energías verdes o la industria creativa (con la continua digitalización y la expansión de las plataformas en línea).
De hecho, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse (de momento) en la realidad universitaria. Sin embargo, más allá de la necesidad de seguir explorando las posibilidades y aplicaciones de la IA en la realidad universitaria, es importante destacar el papel que los contenidos virtualizados e inmersivos van a tener en los próximos años. “El alumno de hoy demanda una docencia fundamentada en la tradición universitaria, pero con herramientas digitales y virtuales que les puedan resultar más dinámicas, asequibles y adaptadas a sus necesidades y maneras de aprender”, destaca Emiliano Blasco, vicerrector de Transformación Digital de la Universidad CEU San Pablo.
No obstante, en ocasiones, pensamos que la universidad forma únicamente para una profesión y no siempre es así. Si estudias medicina o arquitectura en la universidad, es evidente que tu profesión viene definida por los estudios, pero quien se titula en administración de empresas o en marketing, no se forma para una profesión, lo que obtiene es una serie de herramientas profesionales, que acumula en su mochila laboral y que utiliza a lo largo de su vida, cunado las necesita, dentro de un amplio y no único ámbito profesional. Precisamente así es como se logra formar para profesiones que ni existen. “Hace unos años, por los pasillos de las facultades de comunicación pasaban los que se formaban para una profesión que no existía y que ahora ejercen, los community manager. Sirva como ejemplo de formación para profesiones que no existían”, afirma el vicerrector de Estudiantes, Empleabilidad e Internacionalización de la Universidad Nebrija, Fernando Tomé. Y es que, detectar una necesidad profesional nueva, recoger las habilidades y conocimientos necesarios para ejercerla en un plan de estudios, presentarlo y obtener la aprobación por parte de las autoridades competentes y la duración de esos nuevos estudios, son mínimo tres años, Tomé explica que más que un desajuste de demanda es un ajuste de demanda atendida. Aunque los tiempos “son siempre mejorables, aunque fuéramos capaces de poner en marcha un nuevo plan de estudios o una nueva carrera universitaria al día siguiente de detectarla, se tardaría en titular a los primeros profesionales tres o cuatro años, que son los que duran los estudios de grado en los países del espacio europeo de educación superior”.
FUENTE: NOELIA GARCÍA – EL ECONOMISTA