El social commerce es una práctica que consiste en utilizar las redes sociales como otro canal directo más de venta de productos y servicios, integrando funcionalidades propias del comercio electrónico en las plataformas de social media como, por ejemplo, el pago. Es decir, con el social commerce los límites entre el ecommerce y las redes sociales se desdibujan, creando una situación de simbiosis de la que el usuario se beneficia, pues el proceso de compra se vuelve mucho más rápido y sencillo.
En el año 2022, el social commerce también prometía ser tendencia, pero al final no tuvo el éxito esperado. Esta vez, el pronóstico es más moderado y aunque todavía las redes sociales no vayan a convertirse en un ecommerce 2.0, sí que va a ser muy importante que las marcas suban su catálogo y que este enlace de forma directa con cada producto de la web para que el usuario pueda saltar de una plataforma a otra de forma fácil y comprar rápidamente algo que ha visto en redes sociales.